¿Soy una enferma mental?
Aún recuerdo cuando en la clase de psicología de bachillerato, nos
pasaron un test con una pregunta que hablaba sobre La Depresión. Había que
marcar la respuesta “correcta” y una de ellas decía (la única que recuerdo,
quizá porque acabó siendo la acertada): “la depresión es una enfermedad mental”.
Yo no marqué esa opción porque me parecía una asociación de palabras muy duras y tajantes.
En aquel momento tenía 17 años, y dos años antes había atravesado una
depresión que me tenía en otra galaxia, en un mar de sufrimiento e incomprensión.
De alguna manera, todavía seguía ahí. Cuando leí esa pregunta, algo conectó
fuertemente conmigo. “¿Soy una enferma mental?”, me pregunté con pánico. Me
asusté por pensar que con una simple pregunta de test se iban a confirmar todos
mis temores ante la enfermedad, catalogándome dentro de algo tan genérico y
abstracto como “la enfermedad mental”.
A día de hoy, existen muchos psicólogos y psicólogas o gente dedicada al mundo sanitario
que sigue defendiendo y aludiendo a la Enfermedad Mental como explicación de la psique humana. Ayer escuchaba con curiosidad la
conversación que se creó en la comida con mi familia: “sí, así fue; un día se
levantó y ya no quiso salir más de casa (…) tiene una enfermedad que no le
permite ver a nadie, ni salir de casa” “pero…¿y eso cómo es? ¿de repente se
levanta y le pasa?” “parece que así fue…” “Marta, ¿y tú qué opinas?”
1. Las enfermedades mentales NO EXISTEN. Existen las personas que sufren, que tienen problemas con su manejo emocional, que viven o sobreviven con pánico y no saben qué vida es la que desean para ser felices, que no pueden recuperar o conocer por primera vez la estabilidad y la paz interior, que temen enfrentarse a ellos/as mismos/as, que pasan por situaciones traumáticas que les rompen por dentro. La enfermedad mental es un término genérico, no es una entidad; no es un estado emocional, ni un pensamiento arraigado a nuestras creencias. La enfermedad mental es una etiqueta abstracta, dos palabras unidas que no definen nada, y mucho menos a nadie, sobre lo que es o deja de ser.
2. La mente es un CONTINUO. Todo lo que estalla emocionalmente ha tenido su proceso interno, consciente o inconsciente. Ninguna tormenta aparece sin la formación de nubes, ni ninguna planta crece sin la previa plantación de su semilla. Con esto quiero decir, que no podemos juzgar solo la consecuencia, lo visible; hemos de crear una historia de vida única, personal e incomparable para entender de dónde vienen las cosas y cuál ha sido su recorrido en el tiempo.
3. Estamos formados por "PREDISPOSICIONES INTERNAS". Ningún acontecimiento de nuestra vida nos golpea o nos ayuda con un peso del 100%. La predisposición interna consta de nuestra estructura mental, emocional y espiritual, que está latente, "a la espera" de lo que nos acontece en la vida para salir a la luz y manifestarse. De esta manera podemos comprobar cómo dos personas nunca reaccionarán igual ante el mismo acontecimiento.
4. Cada uno de nosotros y nosotras constamos de un MUNDO INTERNO definido en el tiempo. Las experiencias que vivimos nos suelen impulsar a crearnos corazas y protecciones internas. La ansiedad y la depresión podrían ser algunas de ellas. Lo importante no es la coraza en sí, sino lo que hay debajo de ella, la vulnerabilidad que se esconde. Ahí esta la pureza y la diana para el proceso de sanación.
5. La bibliografía teórica de la psicología es un tesoro, ya que ha ayudado a lo largo de los siglos a aproximarse a entender de manera cada vez más precisa el mundo humano interno y el mundo externo donde nuestros mundos personales interaccionan. El ser humano es un ser cambiante, como todo ser vivo. Las etiquetas, sean mentales o del carácter que sea, jamás han de ser estables. Tú no eres la misma persona que ayer simplemente por el hecho de haber vivido 24 horas más en el mundo. Avanzamos continuamente hacia delante y la psicología, ciencia del comportamiento (y lo que no es el comportamiento) humano, ha de basarse en dicha actualización y transformación constante.
3. Estamos formados por "PREDISPOSICIONES INTERNAS". Ningún acontecimiento de nuestra vida nos golpea o nos ayuda con un peso del 100%. La predisposición interna consta de nuestra estructura mental, emocional y espiritual, que está latente, "a la espera" de lo que nos acontece en la vida para salir a la luz y manifestarse. De esta manera podemos comprobar cómo dos personas nunca reaccionarán igual ante el mismo acontecimiento.
4. Cada uno de nosotros y nosotras constamos de un MUNDO INTERNO definido en el tiempo. Las experiencias que vivimos nos suelen impulsar a crearnos corazas y protecciones internas. La ansiedad y la depresión podrían ser algunas de ellas. Lo importante no es la coraza en sí, sino lo que hay debajo de ella, la vulnerabilidad que se esconde. Ahí esta la pureza y la diana para el proceso de sanación.
5. La bibliografía teórica de la psicología es un tesoro, ya que ha ayudado a lo largo de los siglos a aproximarse a entender de manera cada vez más precisa el mundo humano interno y el mundo externo donde nuestros mundos personales interaccionan. El ser humano es un ser cambiante, como todo ser vivo. Las etiquetas, sean mentales o del carácter que sea, jamás han de ser estables. Tú no eres la misma persona que ayer simplemente por el hecho de haber vivido 24 horas más en el mundo. Avanzamos continuamente hacia delante y la psicología, ciencia del comportamiento (y lo que no es el comportamiento) humano, ha de basarse en dicha actualización y transformación constante.
Muchas gracias y Mucho amor.
Marta
💛
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