"Te digo adiós": El vacío del desapego
Despedirse o desapegarse nunca fue, ni será, tarea fácil.
Hace poco escuchaba en instagram la siguiente reflexión: cuando dices adiós a alguien, a algo o a una parte de ti mismx, es NORMAL y NATURAL que tengas una fase en la que experimentes VACÍO, MIEDO, TRISTEZA, INCERTIDUMBRE. En resumen, experiencias que tu parte más "racional", la que dijo adiós porque sabía que no podía mantenerse ahí, no entiende que ocurran (muchas veces no las acepta o no las sabe gestionar). Pero...¿sabes qué?
Creo que es de suma importancia ser consciente de que estas sensaciones forman parte del proceso de desapego, de dejar ir y decir adiós. Ser consciente de ello no quiere decir que te obsesiones con la idea de que estas sensaciones vendrán, te harán sentir mal y todo será horrible (esto te puede llevar a interpretar erróneamente que "has tomado una decisión equivocada", al no saber tolerar esta parte del proceso de convivir con la incertidumbre o el cambio correspondiente); sino tratar de hacerlo desde la posición madura de aceptación, para poder atravesarlas y confiar en que algo mejor y más sano para ti está por venir.
En ocasiones nos cuesta decir adiós en aspectos más físicos: dejar de ver a alguien, dejar de ir a algún sitio o dejar de hacer rutinas físicas que tenemos integradas en nuestro día a día como "seguras".
En otras ocasiones, nos cuesta decir adiós por aspectos, aparentemente físicos, pero mucho más profundos. Nos cuesta decir adiós y desapegarnos porque la coherencia a esa situación sería decir adiós y desapegarnos de una parte nuestra con la que hemos convivido, durante más o menos tiempo y con mayor o menor intensidad. A esto es a lo que los profesionales de la psicología denominamos como proceso de "duelo emocional".
Despedirse conlleva, en cierta parte, sufrimiento. Sufrimiento de dejar atrás y ser valiente de lanzarse al vacío de la nueva experiencia.
Si te encuentras en una situación de saturación, donde las cosas no están fluyendo o donde te sientes estancadx emocionalmente, quizá sería bueno que te tomaras tiempo para ti para poder conectar con qué aspectos no estás viendo y valorando, qué no permites dejar ir de ti, qué miedos surgen ante el cambio y el proceso de transformación.
Me gustaría aportar que desapegarte NUNCA ES DEJAR DE SER QUIEN ERES.
Decir a alguien o decirte a ti mismx adiós no es separarte de ti, sino "actualizarte", "recolocarte", crecer y madurar. Forma parte del proceso humano de muda de piel interna.
Hace poco escuchaba en instagram la siguiente reflexión: cuando dices adiós a alguien, a algo o a una parte de ti mismx, es NORMAL y NATURAL que tengas una fase en la que experimentes VACÍO, MIEDO, TRISTEZA, INCERTIDUMBRE. En resumen, experiencias que tu parte más "racional", la que dijo adiós porque sabía que no podía mantenerse ahí, no entiende que ocurran (muchas veces no las acepta o no las sabe gestionar). Pero...¿sabes qué?
¡Sentir ese vacío posterior transitorio es humano!
En ocasiones nos cuesta decir adiós en aspectos más físicos: dejar de ver a alguien, dejar de ir a algún sitio o dejar de hacer rutinas físicas que tenemos integradas en nuestro día a día como "seguras".
En otras ocasiones, nos cuesta decir adiós por aspectos, aparentemente físicos, pero mucho más profundos. Nos cuesta decir adiós y desapegarnos porque la coherencia a esa situación sería decir adiós y desapegarnos de una parte nuestra con la que hemos convivido, durante más o menos tiempo y con mayor o menor intensidad. A esto es a lo que los profesionales de la psicología denominamos como proceso de "duelo emocional".
Despedirse conlleva, en cierta parte, sufrimiento. Sufrimiento de dejar atrás y ser valiente de lanzarse al vacío de la nueva experiencia.
Si te encuentras en una situación de saturación, donde las cosas no están fluyendo o donde te sientes estancadx emocionalmente, quizá sería bueno que te tomaras tiempo para ti para poder conectar con qué aspectos no estás viendo y valorando, qué no permites dejar ir de ti, qué miedos surgen ante el cambio y el proceso de transformación.
Me gustaría aportar que desapegarte NUNCA ES DEJAR DE SER QUIEN ERES.
Decir a alguien o decirte a ti mismx adiós no es separarte de ti, sino "actualizarte", "recolocarte", crecer y madurar. Forma parte del proceso humano de muda de piel interna.
Por lo tanto, no tengas miedo en dejar ir.
Conversa con tu mente para prepararte para el cambio y el desapego sin vivirlo traumáticamente (hacerlo con acompañamiento siempre permite que lo llevemos mejor) y conecta con tu corazón para ejercitar la confianza en este cambio y en el maravilloso porvenir.
Muchas gracias y Mucho amor.
Marta
💛
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